- Árabes
Los árabes toman Alcaraz en el 712, por lo que la zona de Molinicos debió sucumbir ante las huestes musulmanas en fechas muy cercanas, e incorporarse a la circunscripción de Tudmir, que al principio (713-779) fue un pequeño reino visigodo semindependiente, y más tarde una cara o provincia árabe.
Alcaraz se convirtió en un importante centro para los árabes de la zona, que la ocuparon durante más de 300 años, y extendió su poder a los territorios aledaños, bien mediante el empleo de las armas, bien mediante compra. Es de destacar, que según una Carta bilingüe (escrita en castellano y árabe granadino), el Concejo de Alcaraz compra los terrenos de Sierra (a 80 km de Alcaraz y situada entre Hellín y Tobarra) a Aboadalla, -moro fijo del alcayat (señorío) de Albacete- al precio de ochocientos maravedís y veinte carneros, pagaderos antes del día de San Miguel de ese mismo año , por lo que claramente se incluía en el Concejo de Alcaraz a los territorios de Molinicos al estar situados a menos de 20 kilómetros de la ciudad alcaraceña.
Entre los siglos X y XII se construyeron en Molinicos numerosas atalayas y torreones, que aunque con diversa tipología, tenían la función de vigilar para la defensa de grandes castillos como los de Riópar o Alcaraz. Concretamente en el municipio encontramos las de Torre - Pedro, el Morcillar, Vegallera, el Cortijo León, o la del propio Molinicos, y es que estas tierras fueron durante muchísimos años frontera entre la zona cristiana y la musulmana.
Con la disgregación del Califato de Córdoba (1030) y la aparición de los reinos de Taifas, el municipio de Molinicos se envuelve en una espiral de vaivenes territoriales que lo hacen pasar a pertenecer a la Taifa de Toledo en una situación limítrofe y fronteriza con la de Denia (actual provincia de Alicante) al que pertenecían los vecinos de Yeste o Hellín. Más tarde, sobre todo tras la conquista cristiana de Toledo (1085), y la decadencia del reino de Denia, el territorio pasa a pertenecer al reino taifa de Murcia.
A finales de este periodo, la situación de Molinicos y sus aldeas era de continuo conflicto por situarse en una región fronteriza entre los musulmanes de Murcia, el Concejo de Alcaraz o a la Encomienda Santiaguista, según las situaciones de las contiendas.
- La reconquista
A últimos del siglo XII y comienzos del XIII, la frontera cristiano-musulmana oscilaba en función de las batallas, y el monarca castellano-leonés, Alfonso VIII, se esforzaba por fijarla entre el curso medio del río Júcar y contra las estribaciones de Sierra Morena.
Así lo hizo entre 1211 y 1213, interviniendo en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), en la que salieron derrotados definitivamente los almohades, y que marcó el inicio de la conquista de Granada.
Aunque los cristianos aliados con el rey moro de Murcia tomaron la ciudad de Alcaraz en 1170, pronto fueron expulsados por los almohades, hasta que Alfonso VIII tras recorrer el curso del río Júcar e ir progresivamente tomando sus fortalezas, acude al castillo musulmán de Hisn al-Karas (actual Alcaraz), y tras varios días de lucha consigue ponerle cerco y hacerla capitular definitivamente el 22 de mayo de 1213, siendo testigo el Arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada. El entonces rey de Alcaraz, era independiente del reino taifa de Murcia, de este modo logró que Alcaraz fuera la puerta de entrada de Castilla hacia el Mediterráneo, Granada y Murcia.
A partir de esa fecha, serán los cristianos quienes, desde la fortaleza de Alcaraz, hostiguen a los musulmanes que pueblan los territorios vecinos, y vayan extendiendo la reconquista a los lugares próximos. Al mismo tiempo, se procede a la organización del concejo alcaraceño y a su repoblación el fuero de Cuenca, concediéndolo Alfonso VIII por estas fechas como Fuero de Alcaraz.
Las tierras del actual municipio de Molinicos fueron conquistadas en varias avanzadas cristianas, aunque debió de ocurrir entre 1213 (toma de Alcaraz), y 1242 (toma de Yeste). Estas tierras fueron probablemente repobladas por algunos caballeros que intervinieron en la campaña de las Navas de Tolosa, aunque la mayoría de población era mudéjar, puesto que el rey dejó una fuerte guarnición militar destinada a la defensa de la fortaleza de Alcaraz y a la pacificación y conquista de los territorios circundantes entre las que estaría Molinicos.
Desde 1213 hasta 1243 todo Molinicos estuvo dentro de la iniciativa reconquistadora del Concejo de Alcaraz, pues caseríos como la actual Fuente - Higuera pertenecían al Concejo de Alcaraz entre 1236-1243 tal y como indican unas quejas del Concejo por la invasión de los santiaguistas de Yeste y Segura de la Sierra, al estar en una región fronteriza entre estas y Murcia.
Los vecinos de Molinicos colaboraron de forma activa en la conquista de la cercana localidad de Huéscar, fortaleza de gran poder dentro del Reino de Granada, y cuya caída supuso un gran impulso en la toma del reino musulmán.
Ya durante la primera mitad del siglo XIII se dan situaciones conflictivas en el municipio con tendencia a la disgregación, pues mientras una parte sigue con Alcaraz (la más occidental), otra pasa a los musulmanes de Murcia (la parte más oriental), e incluso algunas localidades llegan a ser independientes por la conquista de algún noble como es el caso de San Vicente (actual Vegallera) que en 1471 pasa a Pedro Manrique, y que se mantiene en una situación privilegiada hasta 1565. El 15 de enero de 1477 los Reyes Católicos legitimaban la ocupación de San Vicente como premio a sus servicios en la guerra de sucesión a la corona.
En esta etapa el territorio de Molinicos debió de andar muy desgajado, pues una parte perteneció a los Manriques, otra a Juan Pacheco entrando en la propia disputa de estas familias. Así cuando el Adelantado de Murcia, Pedro Fajardo, llegó hasta Alcaraz en 1475 debió tomar anteriormente Molinicos, aunque poco después Alcaraz intentó recuperar otra vez el territorio perdido.
En 1477 los Reyes Católicos hicieron entrar a toda la zona de Molinicos en la Santa Hermandad, junto a Alcaraz y Cartagena, al igual que el Marquesado de Villena.